Desde que nací que no sé nada de mis padres, yo vivía con mi abuela, y estaba tratado de una forma diferente a los demás, claro sin mis padres, sin unos padres que te digan lo que les importas y que te den ese amor.
Claro tenia a mi queridísima abuela, pero no es lo mismo. Todos los días salíamos al recreo y yo siempre solo, solo con mis pensamientos, pensamientos de tristeza, pensamientos de dolor…
Cuando entrábamos a clase todos juntos se apartaban de mi como si tuviera algo raro, algo como la peste, que decían ellos, pero eso ahora ya no importa, porque también tuve algunos momentos felices.
Un día estando solo en el patio, sentía que alguien se acercaba a mí cuando levanté la cabeza, era una preciosa niña que con solo su mirada me enamoró. Ella era la única persona que me hacía sentirme bien conmigo mismo. Al paso de los años, María y yo, estábamos juntos, era una persona que me hizo tan feliz en aquel momento, era esa agua fresca que necesitaba, era la flecha que cambió mi rumbo, lo era todo para mí.
Cuando creces te das cuenta de que los niños han sido y son muy cruelos con la otra gente que tienen alguna dificultad debida o que sea diferente a los demás, no son conscientes del daño que pueden provocar.
Y no hay nunca un porque para un recuerdo, llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé cómo hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin jugar con él.Sin hacerse daño…Ahora ya ha pasado. La nieve se ha deshecho del todo.
Ahora por eso soy muy feliz con mi mujer y con mis hijos y por tanto daré todo ese amor que a mi no me dieron desde un principio.
Me parece un texto muy sencillo pero a la vez tiene algo encantador, dicen que en la sencillez está el gusto, a mi me ha gustado por qué a pesar de eso, me ha llegado bastante.Mucho más que otros más "elaborados".
ResponEliminaMe parece un texto interesante, habla de como se siente una persona cuando esta sola y sin nada y al final nos dice que con solo una mirada, en este caso, puede cambiarle todo para mejor.
ResponEliminaMe parece un texto sencillo pero realmente real, hay mucha gente que de verdad se siente así i tu lo has podido plasmar a la perfección. me gusta mucho. :)
ResponEliminaSaber dejar a un lado los recuerdos puede ser una manera de relajar las preocupaciones. Sin embargo, yo aconsejaría a nuestro protagonista que, antes de olvidarlos, los venciera. Puede que después, hacerlos insignificantes se convierta en algo mucho más sencillo.
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