Mi nombre es Miguel Ángel ,hijo de y Francesca.
Os voy a contar esta mi historia ,porque malas lenguas pueden deciros incertidumbres sobre mi persona y no quiero que tales palabras sean difundidas,por eso, dejo aquí ,la verdad sobre mi ser.
A mis seis años de edad ,me sentia entregado en cuerpo y alma al destino cruel que me esperaba, por aquellos tiempos mi madre Francesca sufría una grave enfermedad que poco tiempo después,acabaría con su vida.Más que mi madre ,era mi figura a seguir ,mi ejemplo. Ella era quien me cuidaba ,me educaba y quién me enseñó lo que era la vida.Cuándo murió sentí que todo había terminaba para mí.
Pero me hize fuerte y conseguí salir adelante.
Tras su muerte ,mi querido padre me trasladó a otra casa ,a la que yo no podía llamar hogar.
Con unos ocho años comencé a tallar figuras de madera ,a pintar y a experimentar con la piedra, pero todo esto en secreto.
A esta edad tan temprana descubrí mi vocación , lo que quería ser.
No deseaba ser médico o arquitecto , lo que deseaba con gran pudor era, ser artista.
Pero esta profesión no estaba aceptada en la sociedad, estaba mal visto ,por esa misma razón decidí mantenerme en el anónimato durante unos años.
Ser artista estaba mal visto , pero no solo por la sociedad en general, sino también por mi difunto padre.
Pasados estos años que os digo, decidí contar a mi padre,a pesar de que sabia cual sería su reación cual era mi deseo.
Nunca olvidaré esa mirada ,ese desprecio, esa furia pero aun así, decidí que nadie ni nada podría detenerme.
Quería cumplir mi sueño y nadie lo iba a impedir, así que ,tomé la dura decisión de marcharme de casa a la edad temprana de quinze años.
Al marcharme de casa, me quedé sin nada y tuve que vender esculturas cuadros para poder tener un lugar donde dormir.
A medida que pasaba el tiempo mi arte creció. Conseguí tener mi propio estudio , en el que pasaba todo el tiempo.Horas y horas pintando ,tallando esculturas.
Con el tiempo, conseguí ser reconocido, gente importante se interesaba por mis cuadros y esculturas , así aumenté mis riquezas.
Conseguí un estudio mejor y con ello mejoré mi arte.
A la edad de sesenta años era uno de los artistas mas reconocidos, y un día recibí la noticia de que me ofrecían pintar la Capilla Sixtina de el Palacio Apostólico.
Esto supuso para mí un trabajo forzado , algo que yo no quería hacer, no era un honor , ni un privilegio poder hacer aquello , solo servía para satisfacer a aquel a quien todos llamaban Papa.
Tardé 2 años en acabar aquello,me esforcé todo lo que pude y más ,pero no estaba orgulloso de haberlo hecho porque fue mandado por un ser al que despreciaba.
Seguí con mi obra y aunque era viejo mis esculturas y cuadros seguían siendo buenos y cada vez me hacía más famoso.
Un día recorde mi infancia y recordé a mi padre , por eso decidí encontrarle para despedirme de él, ya que era un anciano y no le quedaría mucha vida.
Conseguí encontrarle tras unos meses y aunque me marché sin avisarle y después de una grave discusión con él , al verme me reconoció y se alegró de que estuviese allí con él en el que sería uno de los pocos días de vida que le quedaban.
Me explicó que estaba enfermo y que era algo grave , no quería decirme el que ni el porque , pero lo acepte y le cuidé. Me dijo que había sabido de mi ,por todas las esculturas y pinturas que hice y que sentía haberme tratado así ,que se sentía orgulloso de mí.
Esas fueron sus últimas palabras,murió mientras su mano estaba sobre la mia.
Cumplí mi sueño y me reconcilié con mi padre antes de que fuese tarde.
Escribó esta carta para que sepais quién fui y que hice , y para que no renuncieis a aquello que deseais enfrentaos a vuestros temores y cumplid vuestros sueños.
Tengo 88 años y junto a esta carta , dejo mi testamento ,del que hago responsable a mi querido sobrino,Leonardo.
Sabia decisión la de enfrentarse a los temores. Miguel Ángel consigue sobreponerse a ellos y el resultado fue la Capilla Sixtina. No está mal, ¿verdad?
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