dilluns, 14 de gener del 2019

Cuando se juega sin responsabilidad


Cuando se juega sin responsabilidad

Galicia cuenta con 3.846 máquinas de apuestas deportivas, mientras las entidades alertan de los trastornos
La accesibilidad y la publicidad de las casas de apuestas, claves para entender las ludopatías juveniles

Mario Nespereira
@MarioNespereiraSeguirSantiagoActualizado:13/12/2018 12:33h
https://www.abc.es/espana/galicia/abci-cuando-juega-sin-responsabilidad-201812101034_noticia.html 

Ocho de la tarde de un domingo. La radio retransmite el principal partido de la jornada liguera. Es el programa de máxima audiencia. Las voces son conocidas, familiares. En el descanso del encuentro, una de esas voces promociona una casa de apuestas, informa de las cuotas del partido y del abanico de posibilidades que se le ofrece a los apostantes: quién marcará primero, quién será el máximo anotador o cuál la diferencia de goles. La cuña se repite de modo incesante durante el programa. En todas ellas el locutor finaliza con la misma consigna: «Juega con responsabilidad». Lo mismo sucede en un conocido portal web o en los perfiles de las redes sociales. El futbolista del momento, un actor o un popular periodista ponen rostro a centelleantes banner de publicidad en los que se anuncian suculentos bonos de hasta 250 euros para los nuevos usuarios. Hagan juego, vienen a decir, como en las viejas películas de casino. La propaganda permeabiliza entre los más jóvenes, los más adaptados al bum tecnológico y al mismo tiempo los más vulnerables a los excesos del juego. Algunos caen. Cada vez son más.
«Llevamos un mes que no damos abasto», denuncia Gerardo Rodríguez, secretario de la Asociación Gallega de Ludópatas Rehabilitados (Agalure). Por sus consultas entrarán este mes «quince o dieciséis» personas «pidiendo ayuda» para vencer su adicción al juego en general. Habitualmente son jóvenes de entre 18 y 30 años, «la mayor parte sin cargas», que deciden ponerse en manos de especialistas porque sus familias, alarmadas, detectan «un gasto económico exagerado». «Cada caso es un mundo», apunta. Un pufo de 500 euros en un adolescente «es dinero», aunque otros llegan con deudas de 20.000 o 30.000 euros. Y de ahí para arriba. Como ejemplo, Rodríguez aporta un dato: la deuda acumulada por los atendidos en Agalure superó el pasado 31 de octubre el cómputo total de todo el año 2017.
Las asociaciones, los expertos y las administraciones hace tiempo que vienen dando voces de alarma. En Galicia existen 3.846 máquinas de apuestas. Las cifras, actualizadas por la Consellería de Vicepresidencia a fecha del pasado viernes, arrojan además la capilaridad con que este tipo de dispositivos se hallan en espacios cotidianos. La mayoría se encuentran operativas en bares o establecimientos de hostelería (3.186), a mucha distancia de las instaladas en salones (429) o tiendas de apuestas (231).
Entre los adictos, las historias se solapan. La mayoría sigue un patrón similar. «Todos hemos empezando echándole una moneda, haciendo una puesta de poco importe, normalmente con los colegas. Rara vez se empieza solo. Luego hay una tolerancia y empiezas a jugar por tu cuenta. Lo que suele suceder es que con una apuesta relativamente baja sacas una pasta. Y piensas: si con esto gano, es un chollo», explica Rodríguez, en una primera persona que no es casualidad. Como parte de la terapia, cuenta su experiencia personal a los jóvenes para «crear empatía», como que empezó a jugar con 15 años y acabó «en la calle sin trabajo». «Me veía viviendo debajo de un puente. Todos los círculos sociales se van al garete y los cambios de carácter son muy fuertes».
La puerta abierta
Los expertos llevan tiempo indagando en estos patrones de conducta. Uno de ellos es Antonio Rial Boubeta, profesor de Psicología de la USC, que critican la «paradoja» entre la preocupación de las autoridades públicas por la ludopatía en los jóvenes y la falta de información disponible. En la última macroencuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes), por ejemplo, se cita que el 6,4% de los alumnos jugó dinero online y que el 13,6% lo hizo en apuestas presenciales. Rial menciona también a otra de las referencias académicas en la especialidad, Mark Griffiths, de la Universidad de Nottingham. En una de sus investigaciones, Griffiths señala que el posibilidad de que un adulto desarrolle una ludopatía es hasta cuatro veces mayor probaron el juego a edades tempranas. «En seis o siete años tendremos las consultas de salud mental colapsadas».
Uno de los enfoques preferidos por los especialistas para estudiar la ludopatía es el método ECO, acrónimo de Expectativa-Coste-Oportunidad. Es el punto de partida para comprender por qué los chavales que apuestan «tienen la creencia fundada de que se gana dinero» –expectativa—, entran en las casas con el gancho de los bonos regalo –coste— y acceden con suma facilidad a las webs a través de Internet o en los locales –oportunidad—. «Es más fácil dejarse 20 euros en apuestas en un bar que sacar un caja de tabaco», insiste Rial. Otras prospecciones elaboradas por él y por el grupo de Psicología Comercial de la USC indican que ocho de cada diez jóvenes apostadores son varones —pese a que «ya se empiezan a meter las chicas»— y que la primera apuesta puede llegar con «doce o trece años». En conjunto, Galicia podría contar una población de riesgo de 10.000 jóvenes potencialmente capaces «de desarrollar una patología».
Para ilustrar esta facilidad de acceso, hemos hecho la prueba. Nos hemos registrado en una popular casa de apuestas de Internet. Solo necesitamos cumplimentar una serie de datos personales en un formulario, entre ellos el DNI, y accedemos al último paso del procedimiento, donde se nos da la posibilidad de eliminar uno de los mecanismos existentes por defecto para combatir el juego compulsivo: el límite de ingreso de 3.000 euros al mes, 1.500 a la semana y 600 al día. El techo no es una excepción. Las empresas incluyen en sus webs test de autoevaluación para calibrar los niveles de dependencia o dan la posibilidad de cerrar voluntariamente las cuentas durante un tiempo. Hasta indefinidamente.
¿Cómo se combate?
La primera consigna para prevenir y luchar contra esta particular ludopatía es actuar en todos los frentes, empezando por el familiar. Una de las primeras medidas pasa por controlar el acceso a la Red de los menores: está demostrado que la tasa de apostantes online se multiplica hasta tres veces en adolescentes que usan el móvil a partir de las doce de la noche. «El margen de maniobra que tenemos es mayor de lo que pensamos cuando los padres se preocupan por aconsejar y enseñar en el uso responsable de Internet», reflexiona el profesor de la USC.
«Falta conocimiento generacional sobre lo que implican las nuevas tecnologías», confirma Gerardo Flórez, responsable de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) delComplexo Hospitalario de Ourense. En el ámbito sanitario hay igualmente margen de merjora. Flórez lamenta que los sanitarios suelen ser, por su posición, «los últimos que se enteran» de los cambios que se están incubando en la sociedad, y lamenta que buena parte de los dispositivos de atención «están diseñados para pacientes adultos». Por ello, cree que sería necesaria la creación «de dispositivos específicos» para el público joven.
En el Sergas, el tratamiento se aplica ataca el plano «motivacional» y el «conductual». El año pasado, un total de 240 personas fueron atendidas en la sanidad por juego patológico, según las cifras aportadas por la Consellería de Sanidade, En asociaciones como Agalure lo primero que se hace es concertar una cita de información, donde se les pone en contexto y se les pone en contacto con personas rehabilitadas;a continuación, se fija una cita de diagnóstico con un profesional. En caso de que los indicadores reflejen un trastorno, la entidad deja a elección del paciente hacer terapia en el centro, acudir a una de las 21 UCA disponibles en Galicia o bien contratar un psicólogo privado.
Por último, falta actuar en el plano legal. Existe cierto consenso acerca de la necesidad de ser más restrictivivos con el acceso de los menores a las apuestas. La Xunta viene trabajando con todos los agentes del sector en una nueva ley del juego que combine estas demandas con la actividad del sector, siempre bajo la premisa del juego responsable. En 2017, la administración autonómica ingresó 53,9 millones en concepto de tasas de juego, de acuerdo con el informe de ese año de la Axencia Tributaria de Galicia. El Gobierno, por su parte, trabaja en un decretopara limitar la publicidad y las promociones de las casas de apuestas, mientras que en algunos ayuntamientos se han promovido iniciativas para reclamar la prohibición de estos establecimientos en el entorno de los centros escolares.
El propósito es ensanchar la frontera entre el ocio y la dependencia. Traspasada ésta, llegan problemas que no tienen salida fácil. Gerardo Rodríguez lo advierte. «Si uno pone de su parte y se deja llevar, sale. Pero te tienes que dejar ayudar. Si no, estamos perdiendo el tiempo todos».

Entrevista a Antonio Rial sobre las apuestas en los jóvenes


ANTONIO RIAL BOUBETA, PROFESOR DE LA FACULTADAD DE PSICOLOXÍA DE LA USC
"Estamos ante una bomba de relojería que va a ir a más"

El correo gallego. 08/10/2018
https://www.elcorreogallego.es/tendencias/ecg/estamos-bomba-relojeria-va-ir/idEdicion-2018-10-08/idNoticia-1141010/

¿Estamos ante una epidemia silenciosa a la que no se está dando el tratamiento que merece? ¿En Galicia hay un problema de ludopatía entre los menores de edad?
En Galicia hay el mismo problema que en el resto de España y en el conjunto de Europa. Los estudios que hemos realizado en la comunidad gallega, que no existen en otros territorios a pesar de que existe una Dirección General del Juego, indican que en los últimos ocho años se ha multiplicado por seis el volumen de menores que apuestan dinero on line, llegando a los 10.000 menores enganchados con las apuestas en Galicia.

¿Cómo reacciona la Administración?
Ante estos datos me resulta sorprendente que no se promuevan estudios rigurosos desde la Administración pública para dar cuenta del problema. Además, la situación es contradictoria porque el Plan Nacional Sobre Drogas, que depende del Ministerio de Sanidad, dentro de la nueva estrategia de adicciones 2017-2024, sí se trata claramente el problema de España y Europa con los menores en temas como el uso de Internet, redes sociales y, en particular con el juego on line, y, sin embargo, los sistemas de información oficiales no dan cuenta de esto. Por eso, nosotros, desde 2010, en colaboración con el Valedor do Pobo y con la Consellería de Educación, realizamos estudios regulares, en algunos casos con muestras enormes de hasta 44.000 adolescentes en 2014. No hay ningún estudio con esta envergadura.

¿Qué observaron?
Vimos que de un 1,5 por ciento de adolescentes que han reconocido que en el último año han apostado dinero en Internet a través de apuestas deportivas o póker on line, se ha pasado a un 9 por ciento. Se ha multiplicado por seis. A esto tenemos que unir que los expertos del ámbito de la psicología y de la salud mental, como el doctor Grifftihs -referencia mundial- o Mariano Chóliz, insisten en decir: que el potencial adictivo del juego on line es tres o cuatro veces mayor que el off line, porque no existe la presión de que te están viendo mientras vas a una sala de juego y de que llevas dinero físico y lo gastas.

¿Internet es el mayor peligro?
La red favorece los comportamientos compulsivos. El 90 por ciento de los jóvenes con 14 años tiene móvil y conexión y un alto porcentaje duerme con él. A esto se suma una presión social y la publicidad en torno al juego on line a la que a un adolescente de 13, 14, 15 o más años le resulta muy difícil resistirse a la oportunidad de jugar. Además, existe una expectativa que la publicidad se ha encargado de consolidar en torno a que se gana dinero fácil.

¿Cómo pesa la edad de inicio?
Los expertos nos dicen que el juego on line tiene un poder adictivo tres o cuatro veces mayor al resto de sustancias y también que si el juego empieza a edades tempranas, en la adolescencia, el potencial adictivo también se triplica. Estos dos elementos tienen un efecto multiplicador: adolescentes que apuestan on line y que lo hacen cada vez más jóvenes.

dilluns, 7 de gener del 2019

Repugnante, de Almudena Grandes

https://elpais.com/elpais/2019/01/05/opinion/1546694639_066275.html

Solo existe una cosa más repugnante que una ideología odiosa, y es manipular la realidad para quitarle importancia, alegar que en el III Reich había delincuentes judíos, que la policía estadounidense también tirotea a hombres blancos. Nadie ha negado nunca que exista violencia en las familias. Nadie afirma que no se produzcan muertes en relaciones homosexuales. Nadie sostiene que las mujeres no puedan matar a sus maridos, a ancianos, a niños. Pero ninguno de estos supuestos comparte la naturaleza de la violencia machista. Todos los asesinatos son criminales, todas las agresiones, igual de graves, pero solo las mujeres mueren por el simple hecho de serlo. Solo ellas mueren por azar, a manos de desconocidos a quienes les da más o menos lo mismo una que otra, y secuestran a las que tienen a mano para violarlas y matarlas después. Desde hace siglos, los maridos se han ido a comprar tabaco y no han vuelto. Desde hace solo unos años, las esposas se atreven a irse de casa y cada mes muere alguna a manos del hombre al que ha abandonado. No es lo mismo. La violencia familiar existe, la violencia doméstica existe, la violencia machista es otra cosa. En el caso de los feminicidios determinados por el azar, es puro terrorismo ciego. En el caso de los asesinos que consideran que sus esposas son objetos de su propiedad, es la manifestación terrorista de una tradición criminal, que ha esclavizado, maltratado y excluido durante siglos a la mitad de la población a favor de la otra mitad. Aunque las cifras sean abrumadoras, no es una cuestión de cantidad, sino de calidad. Tratar todas las violencias de la misma manera es posicionarse a favor de la violencia machista, quitarle importancia, avalar las razones de los asesinos de mujeres.

dimarts, 27 de juny del 2017

Artículos sobre lenguaje sexista



Reproduzco los siguientes artículos publicados en distintos medios de información sobre el lenguaje sexista
JAVIER MARÍAS Cursilerías lingüísticas 20/03/1995
ROSA MONTERO El lenguaje sexista 09/04/1995
JAVIER MARÍAS El lenguaje sexista 11/04/1995
.GUILLERMO FATÁS 'Machisto' 12/04/1995
ARTURO PÉREZ REVERTÉ Miguel Hernández era un falócrata 31/12/2006
ARTURO PÉREZ REVERTÉ Aceituneros y aceituneras 17/12/2006
JAVIER MARÍAS El pelma ante los plastas 13/07/2008
ENRIQUE GIL CALVO Ciudadanas o ciudadanos 08/03/1996
MIGUEL GARCÍA POSADA Defensa no patriótica de la lengua 23/04/1997
MIGUEL GARCÍA POSADA El femenino políticamente correcto 20/03/1995
SOLEDAD de ANDRÉS CSTELLANOS Sexismo y lenguaje
SOLEDAD de ANDRÉS CSTELLANOS Castellanos Poeta o poetisa
EMILIO ALARCOS LLORACH Género, número y sexo 21/02/1990
VALENTÍN GARCÍA YEBRA Sobre titulos femeninos 29/01/2002
ENTREVISTA de JOAQUÍN VIDAL a FERNANDO LÁZARO CARRETER El maltrato alespañol es suicida 09/02/1996
MERCEDES BENGOECHEA El lenguaje instrumento de igualdad
 

https://es.scribd.com/document/53787774/Lenguaje-Sexista

El lenguaje sexista - Rosa Montero



ROSA MONTERO
El Lenguaje sexista
El País Semanal 9 de Abril de 1995
 Hay bastantes expresiones tradicionales que comienzan a resultar ridículas para muchos oídos: entre ellas la utilización de `él hombre' como genérico.
Hace poco leí un artículo en este periódico escrito por un amigo y compañero cuyo trabajo aprecio. Tal vez este comienzo resulte un tanto equívoco: he observado a menudo que, en cuanto que alguien dice "mi admirado colega", suele ser porque en realidad le odia malamente; y no hay como ver a dos hombres (casi siempre son varones quienes participan en este rito) palmeándose mutuamente la espalda al efusivo grito de "¿Qué hay de nuevo, maestro?", para deducir con casi total seguridad que ambos caballeros son enemigos íntimos. Pues bien, en mi caso es cierto que disfruto mucho con los escritos de Javier Marías, que es el amigo al que antes me refería; pero eso no evita que en ocasiones, como ésta (en realidad no recuerdo otra), no comparta su opinión. El artículo se titulaba Cursilerías lingüísticas y expresaba con la gracia literaria habitual en Marías una opinión muy vieja. Venía a decir que el lenguaje puede parecer sexista pero que en definitiva no lo es ("la lengua es un instrumento útil, y como tal está lleno de convenciones que en sí mismas no presuponen necesariamente discriminación); y en concreto sostenía, citándose a sí mismo de un texto anterior, que no había que abolir la palabra hombre como genérico (en frases como "el hombre contemporáneo", por ejemplo) en favor de la cursilería feminista". Es cierto que algunas feministas radicales (sobre todo las francesas, como Wittig o Cixous) han caído no ya en una
cursilería lingüística (el uso mismo del adjetivo cursi, por cierto, ya no es neutro, sino muy tópicamente femenino: a los hombres se les critica con calificativos negativos de más peso), sino en el disparate intelectual de proponer un lenguaje alternativo completamente artificial y lleno de inventos bárbaros tales como m/e o y/ o. Pero sus trabajos se insertan dentro de las nuevas corrientes de la lingüística y son equiparables a los de sesudos varones como Derrida: todos ellos, unas y otros, me parecen igual de delirantes. Y es que la lengua no es sólo un instrumento útil, sino mucho más. La lengua está pegada a la sociedad de la que forma parte de la misma manera que la piel se pega al cuerpo: con idéntica intimidad y encarnadura. Y, al igual que una epidermis, sigue la superficie corporal hasta en su más ínfimo detalle: en cada repliegue, en cada curva, en un grano pasajero o en la sutura permanente de una cicatriz. La lengua es un sistema vivo, como el tejido dérmico; y responde al ser al que recubre. Quiero decir con esto que la lengua reproduce fielmente al cuerpo que hay debajo. Y las sociedades no son neutras, el mundo no es neutro, el pensamiento no es neutro, las palabras no son neutras. Una sociedad machista y patriarcal, como todas lo han sido durante milenios, construye un lenguaje patriarcal y machista. Que la palabra hombre sea genérica no es sólo una convención útil: es además una convención útil específicamente emanada de una sociedad en la que el varón era la medida de todas la cosas. Y como este ejemplo hay muchos otros: concordancias, géneros, incluso orden expositivo, porque lo normal es anteponer el sexo masculino al femenino, o sea, decir "niños y niñas” y no al contrario. De modo que la lengua es sexista, puesto que la sociedad que la creó lo fue en grado superlativo y aún lo es. Pero además es que la lengua cambia constantemente.
Como todo sistema vivo, está en perpetua evolución. El cuerpo crece, se arruga, se hiere, se tuesta, engorda y adelgaza, y la piel va detrás, adaptándose a todas las mudanzas. Por eso, porque me fascina esa cualidad viva y móvil del lenguaje, es por lo que detesto ese afán seudoacadémico que algunos muestran en fijar y atrapar la lengua como quien atrapa una mariposa: y ahora no hablo de Marías, sino de todos esos que se ofenden ante los neologismos, por ejemplo, como si les hubieras mentado a su santa madre. Sin neologismos no existiría hoy el español: seguiríamos hablando todos en latín. Una lengua quieta es una lengua muerta. Cuando cambian sustancialmente las ideas, la vida y las costumbres de una sociedad, cambia también la lengua. Por ejemplo, hoy ya no se utiliza la palabra amo en su sentido literal, porque indica una relación de servilismo que se quedó caduca. Teniendo en cuenta que la evolución del papel de la mujer en las últimas décadas ha sido descomunal, ¿cómo podemos creer que la lengua va a seguir siendo en ese punto tal y como era antes, que va a permanecer en eso de espaldas a la vida, desfasada? Muchas mujeres y hombres intentan encontrar hoy formas menos sexistas de expresar-se: hay cierta perplejidad, propia del brusco cambio social, y se debate si hay que decir- jueza o juez, pongo por caso. 'Todo ello me parece muy lógico, muy sano, muy dentro dela vitalidad de la lengua, de su proceso habitual de formación: ya se encargará la propia lengua de olvidar las barbaridades nuevas que resulten chirriantes y de adoptar las buenas invenciones. De la misma manera, y por el otro lado, hay bastantes expresiones tradicionales que comienzan a resultar chocantes, anacrónicas y ridículas para muchos oídos: entre ellas, por ejemplo, la utilización de el hombre como genérico. Hace muchos años que yo jamás lo uso. Utilizo persona o ser humano.
No sé si Marías me lee; y no sé si habrá percibido en mis textos esa abolición de el hombre como una cursilería feminista. Más bien creo que, de leerme, no lo habrá advertido: porque el ya muy extendido uso de persona o ser humano (y no es más que un ejemplo) está perfectamente integrado en la lengua mutante. En este caso, lo que empieza a ser chirriante es lo contrario.